Alta Via de las Gracias
Espiritualidad
En un camino donde se tocan 18 Santuarios marianos no podía faltar un recorrido espiritual diseñado para cada etapa individual.
En el Nombre del Señor, comienza este “Alta Via delle Grazie” y pedimos la gracia santificante del Espíritu para acoger con humildad y gratitud el don que el Padre de todas las misericordias ha escondido para nosotros en estos senderos de desbordante belleza.
Para cada etapa he preparado una breve oración que puede abrir el camino de cada día.
Los santos invocados como compañeros son aquellos que encontraremos en las iglesias diseminadas a lo largo del camino.
Para las etapas extra, he elegido las oraciones que el papa Francisco ha incluido en la carta encíclica “Laudato si’”.
Que se nos conceda la gracia de vivir este camino como un tiempo favorable para escuchar al Señor que habla en el silencio del corazón, para acoger y compartir el don de la vida que fluye entre nuestras manos, para redescubrir las profundas raíces de nuestra fe, para sentir la urgencia de ser verdaderamente custodios de la creación.
Dios nuestra salvación,
bendice este inicio
y guíanos en la prosperidad y en la paz.
Asístanos y acompáñanos en esta Alta Via delle Grazie, haznos llegar felizmente al término de esta peregrinación que comenzamos en tu nombre santo y siempre bendito.
Amén.
"Nadiamaria Sorella"
I tappa: Bergamo – Selvino
Bendición de los peregrinos del Alta Via delle Grazie
DELANTE DE LA ESTATUA DE LA MADONNA DELLE GRAZIE
MARÍA CONCEBIDA SIN PECADO ORIGINAL, ruega por nosotros.
MARÍA PRIMERA DISCÍPULA Y PEREGRINA EN LA FE, ruega por nosotros.
MARÍA REINA DE LA FAMILIA, ruega por nosotros.
SANTA MARÍA DELLE GRAZIE, ruega por nosotros.
Ave María…
DELANTE DEL ICONO SANTO JESUS, EL CRISTO PEREGRINO
Bendito seas, oh Padre,
que en Tu infinito amor
nos has dado a Tu Hijo Unigénito.
Él se ha hecho nuestra Guía y Compañero de viaje
para dar nuevo significado
a nuestra vida y a la historia de toda la humanidad.
Tú, en María, nos has dado la imagen y el modelo
del discípulo que quiere seguir a Cristo.
Guía nuestros pasos, porque, mirando a María,
iluminados y protegidos por Tu Espíritu,
caminemos por los senderos
de la justicia y de la paz
hacia esos nuevos cielos y esa nueva tierra
donde Tú, vencida la muerte, serás todo en todos. AMÉN
Padre Nuestro…
(Aspersión con agua bendita)
Reaviva en nosotros, oh Señor, en el signo de esta agua bendita el recuerdo de nuestro Bautismo y nuestra adhesión a Cristo Señor, Crucificado y Resucitado para nuestra salvación.
BENDICIÓN DEL SEÑOR
Y la bendición de Dios todopoderoso,
Padre e Hijo + y Espíritu Santo
descienda sobre vosotros (ti)
y con vosotros (ti) permanezca siempre. R/. Amén.
Con la ayuda del Señor
llegue felizmente a término este peregrinaje
que iniciáis (inicias) en su nombre.
¡Buen camino!
ESPIRITUALIDAD
ORACIÓN DE APERTURA DEL CAMINO
Bendito seas, oh Padre,
que en Tu infinito amor
nos has dado a Tu Hijo Unigénito.
Él se ha hecho nuestra Guía y Compañero de viaje
para dar nuevo significado
a nuestra vida y a la historia de toda la humanidad.
Tú, en María, nos has dado la imagen y el modelo
del discípulo que quiere seguir a Cristo.
Guía nuestros pasos, porque, mirando a María,
iluminados y protegidos por Tu Espíritu,
caminemos por los senderos
de la justicia y de la paz
hacia esos nuevos cielos y esa nueva tierra
donde Tú, vencida la muerte, serás todo en todos.
AMÉN.
II etapa: Selvino – Vertova
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Señor y Creador del cielo y de la tierra,
te confiamos los pasos de este día,
para que la oscuridad del orgullo conozca la luz de la mansedumbre,
para que la montaña de la desesperación
encuentre la piedra de la esperanza.
Señor y nuestro dulcísimo Salvador,
tómanos de la mano
para que hoy se nos dé la fuerza de vivir
las exigentes condiciones del Evangelio,
para que el camino de la fe conozca tu amistad.
Señor y Espíritu Santo vivificante,
confiamos en el poder manso de tu amor
y en la fantasía de tu caridad
para que se haga más clara en nosotros
el conocimiento del Misterio del que somos partícipes.
Amén. Aleluya. Maranathá.
María, asunta al Cielo, ruega por nosotros.
María, reina del cielo y de la tierra, ruega por nosotros.
Marcos, que escuchaste y difundiste el Evangelio, ruega por nosotros.
Lorenzo, diácono perfecto en el martirio, ruega por nosotros.
Domingo Savio, joven discípulo atraído por Cristo, ruega por nosotros.
III etapa: Vertova – Oneta (Santuario del Frassino)
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Quédate con nosotros, Señor,
en el camino de este día.
Por tu gran misericordia,
Tú nos alcanzas incluso en los lugares de nuestras fatigosas decepciones
y de nuestros ardientes fracasos.
Quédate con nosotros y danos la fuerza de permanecer en Ti.
Haz crecer en nosotros la obediencia a tu Palabra
para contemplar los inmensos beneficios de tu amor.
Danos una mirada paciente y suave
para percibir tu presencia en nuestra vida,
para ver que este universo está lleno de Ti.
Dinos tu Palabra, Señor,
y te seguiremos en el camino del Evangelio.
Amén. Aleluya. Maranathá.
Cristo redentor, ten piedad de nosotros.
María, señora de misericordia, ruega por nosotros.
María, virgen del silencio, ruega por nosotros.
Bartolomé, apóstol sin falsedad, ruega por nosotros.
Mauricio, soldado de Cristo, ruega por nosotros.
Patricio, obispo amigo de los últimos, ruega por nosotros.
IV etapa: Oneta (Santuario del Frassino) – Parre
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Señor de la vida,
deseamos compartir
tus pensamientos y tus sentimientos.
Tú, que impediste a los espíritus impuros hablar,
silencia también los pensamientos amargos
que habitan nuestro corazón y
las palabras injustas
que a veces afloran en nuestros labios.
Tú que guiaste a quienes te buscaban
por los senderos de la paz y la sabiduría,
danos también a nosotros la alegría de seguirte
donde Tú deseas conducirnos.
Señor de la paz y del amor,
de la confianza y la esperanza,
somos tuyos y
Tú eres nuestro Dios
desde ahora y para siempre.
Amén. Aleluya. Maranathá.
V etapa: Parre – Novazza (Valgoglio)
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Señor Dios, vivo y verdadero,
aplaca en nosotros toda reacción de impaciencia,
ralentiza las olas inquietas de la mente:
haz surgir en el silencio de este día la Palabra que recrea.
Señor Dios, misericordioso y bueno,
ven a unificar todos nuestros deseos,
purifícalos en el fuego de tu amor
y hazlos crecer en tu luz:
escucha lo que te glorifica
y que está en sintonía con tu voluntad.
Señor Dios, eterno y cercano,
haz fluir en nosotros la savia de tu amor
para encontrarnos vivos en Ti,
para reconocer en todos y en todo
un fragmento de tu belleza.
Amén. Aleluya. Maranathá.
Trinidad, seno de toda vida, ten piedad de nosotros.
Pedro, pescador de hombres, ruega por nosotros.
Pablo, apóstol de las gentes, ruega por nosotros.
Alberto, maestro y doctor universal, ruega por nosotros.
etapa extra: giro de los lagos de Valgoglio
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Dios Todopoderoso,
que estás presente en todo el universo
y en la más pequeña de tus criaturas,
Tú que rodeas con tu ternura
todo lo que existe,
derrama en nosotros la fuerza de tu amor
para que cuidemos
de la vida y de la belleza.
Inúndanos de paz, para que vivamos como hermanos y hermanas
sin dañar a nadie.
Oh Dios de los pobres,
ayúdanos a rescatar a los abandonados
y a los olvidados de esta tierra
que tanto valen a tus ojos.
Sana nuestra vida,
para que protejamos el mundo y no lo depredemos,
para que sembremos belleza
y no contaminación y destrucción.
Toca los corazones
de quienes buscan solo ventajas
a expensas de los pobres y de la tierra.
Enséñanos a descubrir el valor de cada cosa,
a contemplar con asombro,
a reconocer que estamos profundamente unidos
con todas las criaturas
en nuestro camino hacia tu luz infinita.
Gracias porque estás con nosotros todos los días.
Sostennos, por favor, en nuestra lucha
por la justicia, el amor y la paz. Amén.
Oración por nuestra tierra del papa Francisco
(de la carta encíclica Laudato si’, número 246)
VI etapa: Novazza – Valbondione/Lizzola
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Padre de la vida,
este día que amanece es signo de tu amor por nosotros:
la luz que rompe nuestra oscuridad
es promesa de esperanza.
Señor de la alegría,
Tú eres luz verdadera que ilumina nuestro camino:
tu dulce presencia nos llama
a ser portadores de luz
en la oscuridad de nuestra historia.
Espíritu de la gloria,
este sendero que se despliega ante nosotros
es don de tu fantasía:
cada paso nos hace descender en lo profundo del corazón
y abre insospechados horizontes de libertad.
Despierta en nosotros el deseo de una auténtica comunión
que genera gestos de ternura y de paz.
Amén. Aleluya. Maranathá.
María, hermana y madre nuestra, ruega por nosotros.
Miguel, arcángel poderoso contra el mal, ruega por nosotros.
Santiago, apóstol de los peregrinos, ruega por nosotros.
Lorenzo, mártir de los pobres, ruega por nosotros.
Alessandro Dordi, ejemplo de fe que perfuma de Evangelio,
ruega por nosotros.
etapa extra: refugio Curò – refugio Barbellino
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Te alabamos, Padre, con todas tus criaturas,
que han salido de tu mano poderosa.
Son tuyas, y están llenas de tu presencia
y de tu ternura.
¡Laudato si’!
Hijo de Dios, Jesús,
por Ti han sido creadas todas las cosas.
Tomaste forma en el seno materno de María,
te hiciste parte de esta tierra,
y miraste este mundo con ojos humanos.
Hoy estás vivo en cada criatura
con tu gloria de resucitado.
¡Laudato si’!
Espíritu Santo, que con tu luz
orientas este mundo hacia el amor del Padre
y acompañas el gemido de la creación,
Tú también vives en nuestros corazones
para impulsarnos al bien.
¡Laudato si’!
Amén.
Oración cristiana con la creación de papa Francisco
(de la carta encíclica Laudato si’, número 246)
VII etapa: Valbondione/Maslana/Lizzola – Ardesio
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Señor,
abre los labios cerrados en el silencio de la soledad y del dolor
para que te puedan alabar,
para que puedan decir palabras buenas
que edifican el bien.
Señor,
abre los oídos sordos a tu Palabra
para que sepan escucharte,
para que sepan conocer la fragancia de la Palabra
que hace nuevas todas las cosas.
Señor,
desata los lazos que mantienen atada nuestra vida
para que podamos caminar con alegría en tus huellas
superando la constante tentación de volvernos atrás
para vivir un discipulado liberador
que proclama tu infinita misericordia.
Amén. Aleluya. Maranathá.
María, madre llena de gracia y de ternura, ruega por nosotros.
María, madre de Cristo, nuestra paz, ruega por nosotros.
Bartolomé, apóstol sincero, ruega por nosotros.
VIII etapa: Ardesio – Castione della Presolana
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Señor,
tuyo es el sendero y el lento desdoblar de nuestros pasos.
A nosotros nos los das para que
el Espíritu purifique nuestra mirada
y la libere de toda máscara de egoísmo
que paraliza nuestra vida
en la tristeza y en la soledad.
Señor,
tuyo es el tiempo y el transcurrir de los días.
A nosotros nos los das para que
podamos encontrarte y amarte, alabarte y seguirte.
Tú nos pides encontrar y amar
también a los hermanos y hermanas que pones en nuestro camino:
enséñanos el arte de la acogida y de la escucha
para comprender que el tiempo donado a los hermanos y hermanas
es donado a Ti, fuente de la libertad,
cofre de la alegría, dador de la vida.
Amén. Aleluya. Maranathá.
María, mujer del paraíso, ruega por nosotros.
María, virgen hecha iglesia, ruega por nosotros.
María, mediadora de gracia, ruega por nosotros.
Mateo, apóstol y evangelista, ruega por nosotros.
Andrés, apóstol de la sabiduría de la cruz, ruega por nosotros.
Rocco, discípulo humilde y oculto, ruega por nosotros.
Alejandro, testigo audaz del Evangelio, ruega por nosotros.
Alberto, manso ejemplo de santidad, ruega por nosotros.
Todos ustedes, santos y santas de Dios, rueguen por nosotros.
etapa extra: partiendo de Dorga (A y B)
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Señor Dios, Uno y Trino,
comunidad maravillosa de amor infinito,
enséñanos a contemplarte
en la belleza del universo,
donde todo nos habla de Ti.
Despierta nuestra alabanza y nuestra gratitud
por cada ser que has creado.
Danos la gracia de sentirnos íntimamente unidos
con todo lo que existe.
Dios de amor, muéstranos nuestro lugar en este mundo
como instrumentos de tu afecto
para todos los seres de esta tierra,
porque ninguno de ellos es olvidado por Ti.
Ilumina a los dueños del poder y del dinero
para que no caigan en el pecado de la indiferencia,
amen el bien común, promuevan a los débiles,
y cuiden de este mundo que habitamos.
Los pobres y la tierra están gritando:
Señor, tómame con tu poder y tu luz,
para proteger cada vida,
para preparar un futuro mejor,
para que venga tu Reino
de justicia, de paz, de amor y de belleza.
¡Laudato si’!
Amén.
Oración cristiana con la creación del papa Francisco
(de la carta encíclica Laudato si’, número 246)
IX etapa: Bratto/Dorga - Sovere
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Señor,
Tú nos has lavado en tu sangre,
nos has sumergido en tu amor:
nuestra vida sea luminosa
y capaz de comunicar la belleza del Evangelio.
Señor,
Tú nos santificas mediante el sello del Espíritu:
nuestra vida sea hoy conforme a tu santidad
y cada paso sea guiado por tu palabra de verdad.
Señor,
Tú nos justificas en virtud de tu misericordia:
nuestra vida sea siempre custodiada por la humildad
y por la serena certeza de que todo concurre a nuestro bien.
Amén. Aleluya. Maranathá.
María, nuestra dulcísima patrona, ruega por nosotros.
María, esplendor del Cielo y de la tierra, ruega por nosotros.
María, lirio nacido entre las espinas, ruega por nosotros.
Felipe y Santiago, regenerados por la fuerza del Evangelio,
rueguen por nosotros.
Bartolomé, apóstol consciente y amado, ruega por nosotros.
Vicente, amigo de los pobres y de los últimos, ruega por nosotros.
Francisco, pobre por Cristo en perfecta alegría, ruega por nosotros.
Clara, mujer verdaderamente feliz, ruega por nosotros.
X etapa: Sovere – Lovere – Montisola – Sovere
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Señor de la vida,
enséñanos a contar nuestros días
y daremos sabiduría a nuestro corazón.
Señor de la verdad,
líbranos de toda forma de doblez
y haremos nuestra vida auténtica y sinceramente humilde.
Señor del camino,
pon en nosotros el deseo de tu eternidad de bien
para caminar libres en tus senderos de paz.
Nuestro Señor y nuestro Dios,
pon sobre nosotros tu mirada de esperanza,
danos hoy la certeza de tu presencia
que se convierte en bienaventuranza y fuerza para nuestro camino.
Amén. Aleluya. Maranathá.
María, puerta del Cielo, ruega por nosotros.
María, humilde y alta más que criatura, ruega por nosotros.
Francisco, alter Christus, ruega por nosotros.
Clara, altera María, ruega por nosotros.
Bartolomea y Vincenza, ardor de caridad, rogad por nosotros.
XI etapa: Sovere – Gandino
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Habla, oh Señor,
nosotros, tus siervos y tus peregrinos,
deseamos escuchar tu Palabra
para discernir nuestros vagos sentimientos
y para conocer lo verdadero y lo bueno como resplandece a tus ojos.
Danos la fuerza de perseverar en tu Palabra
en espera de que la semilla crezca
y dé frutos generosos y bendecidos.
Envía tu Espíritu, Señor,
para custodiar en el silencio del corazón tu Palabra,
para crecer en la comprensión de tu Misterio
y para vivir una existencia
salvada, iluminada y recreada.
Amén. Aleluya. Maranathá.
Trinidad, gloriosa y santa, vientre de toda vida, ten piedad de nosotros.
María, por ti la alegría resplandece, ruega por nosotros.
María, por ti el dolor se extingue, ruega por nosotros.
María, estrella que el Sol precede, ruega por nosotros.
XII etapa: Gandino – Fiobbio
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
“Quienquiera que sea, Tú me conoces,
tuyo soy, oh Dios” (D. Bonhoeffer).
Oh Dios, nosotros somos tu pueblo:
acógenos y tendremos la vida en plenitud.
Cuando nuestro paso se vuelve solitario y cansado
y nos alejamos de la comunión,
ven junto a nosotros como peregrino y
explícanos la Palabra que libera y salva.
Cuando nuestras elecciones no son según el Evangelio,
muéstranos el rostro de tu misericordia
y aleja de nosotros la tremenda posibilidad
de traicionarte y de encontrar atajos fáciles
para evitar el camino de la cruz
que nos revela el triunfo del amor
que todo a nosotros se dona.
Amén. Aleluya. Maranathá.
María, icono de la sabiduría de Dios, ruega por nosotros.
María, maestra de vida, ruega por nosotros.
Antonio, doctor evangélico, ruega por nosotros.
Pierina Morosini, discípula que vives la humilde y cotidiana santidad,
ruega por nosotros.
XIII etapa: Fiobbio – Bergamo Città Alta
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Señor, Tú que nos has guiado hasta este día,
abre nuestro corazón para acoger la luz del perdón
que Tú escondes en nuestro camino y
para entrar en la escucha dócil del misterio de la vida.
Señor, Tú que nos has mostrado la belleza de la creación,
abre en nosotros la fuente de la gratitud por todos tus dones
para vivir cada día con gran y sincera confianza.
Señor, Tú que siempre permaneces a nuestro lado
como amigo y compañero, como guardián y defensor,
haznos testigos alegres y convencidos, convincentes y audaces
de tu infinita compasión.
Señor, Tú que has hecho de esta Alta Vía de las Gracias
un lugar de madurez y de luz,
ten piedad de nosotros y continúa derramando sobre nosotros
el río de tu gracia
para magnificar siempre y en todo lugar tu bondad.
Amén. Aleluya. Maranathá.
María, bendita entre todas las mujeres, ruega por nosotros.
María, hija y sierva del Padre, ruega por nosotros.
María, madre de nuestro Señor Jesucristo, ruega por nosotros.
María, esposa del Espíritu Santo, ruega por nosotros.
María, mujer vestida de sol, ruega por nosotros.
Miguel, guía de los errantes, ruega por nosotros
Lorenzo, fiel servidor de la Iglesia, ruega por nosotros
Juliano, testigo pacífico del Evangelio, ruega por nosotros
Martín, pastor fuerte y valiente, ruega por nosotros
Martín, artesano de perdón y de unidad, ruega por nosotros
Para concluir
A Ti se debe la alabanza,
a Ti el himno,
a Ti la gloria oh Dios Padre e Hijo,
junto con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.
Amén.